El canal de transmisión de los datos entre CPU y memoria genera un cuello de botella para el rendimiento del procesador. En la mayoría de computadoras modernas, la velocidad de comunicación entre la memoria y la CPU es más baja que la velocidad a la que puede trabajar esta última, reduciendo el rendimiento del procesador y limitando seriamente la velocidad de proceso eficaz, sobre todo cuando se necesitan procesar grandes cantidades de datos. La CPU se ve forzada a esperar continuamente a que lleguen los datos necesarios desde o hacia la memoria.
El término “cuello de
botella de von Neumann” fue acuñado por John Backus en 1977.
El problema de
funcionamiento se redujo introduciendo una memoria caché entre la CPU
y la memoria principal, y mejorando los algoritmos del predictor de saltos.
Está menos claro que el cuello de botella intelectual que Backus ha criticado
haya cambiado mucho desde 1977.
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